miércoles, 10 de abril de 2013


PERÍODO FORMATIVO.  3500 A.C. 300 A.C.

"Como consecuencia de una larga experimentación  en el manejo de las plantas la gente de esta época desarrolló la producción de varios cultígenos, especialmente el maíz.  también desarrolló la pesca y la cría de animales, que junto a la caza y a la recolección , permitieron la subsistencia de amplias poblaciones agrupadas en asentamientos aldeanos.

Cultura Valdivia

La Cultura Valdivia es el asentamiento más caracterizado del período formativo,su cerámica tiene un gran nivel de elaboración

Valdivia. 4000 a 2000 AC., considerando su periodo de existencia fue una sociedad compleja, los estudiosos del tema encuentran influencia en la Cultura Jomón, en Japón.  Considerada sociedad pesquera sin agricultura (Evans, Meggers y Estrada 1965)


viernes, 15 de junio de 2012

INGAPIRCA

CULTURA INCA

Entre 1465 y 1532 N.E., el imperio Inca se asentó en Ecuador principalmente en la Sierra.
En la Costa, su presencia fue menor, ubicándose especialmente en la actual provincia de Manabí.
Los Incas extendieron su reino a través del actual territorio ecuatoriano, gracias a la construcción de centros estatales, como Tomebamba, y ceremoniales, como Ingapirca, desde donde controlaron y difundieron sus ideas políticas y religiosas.
Con el tiempo, sus ejércitos avanzaron hacia el norte dejando huellas en San Agustín de Callo, Quito y la región de Imbabura.
Bajo el mando incaico, se construyeron fortalezas de piedra y grandes centros poblados en los que se desarrollaban actividades cotidianas y comerciales.
La economía de los Incas se basó en la agricultura y la ganadería. La construcción de grandes terrazas de cultivo y acequias en piedra contribuyó al desarrollo de una agricultura intensiva de productos como el maíz, la quinua y el fréjol.
Obtenían tanto la carne que complementaba su dieta como el material necesario para la elaboración de diversos textiles de las llamas, los guanacos, las vicuñas y las alpacas.
Los incas construyeron una extensa red de caminos utilizados tanto para el comercio interregional como para el tránsito de los chasquis, personas encargadas de llevar mensajes de un lugar a otro.
Las sociedades locales adoptaron el estilo cerámico introducido por los incas, caracterizado particularmente por los vasos conocidos como keros y las vasijas con decoración prolicomada, llamadas aríbalo.

CULTURA PURUHA


Entre los años 1250 y 1530 N.E., en las actuales provincias de Chimborazo y Tungurahua, vivieron los Puruhá.

En medio de un paisaje predominantemente abrupto y frío, enmarcado por los volcanes Chimborazo y Tungurahua construyeron sus casas en forma rectangular con piedra laja o tapia pisada, techo de paja y rodeadas por cercas de cabuya o pita.

Los hombres vestían mantas de lana hasta las piernas, mientras que las mujeres utilizaban anacos o faldas que amarraban con un fajón a la cintura.

Fabricaron jarros, platos y copas en cerámica; todos en forma de cabezas dramáticas y estilizadas que hacen alusión a temas relacionados con el poder y la fertilidad.

También fueron grandes metalurgistas. Elaboraron gran cantidad de adornos personales en cobre como tupos, orejeras, narigueras, diademas y coronas; herramientas para el trabajo de la tierra como puntas de proyectil y hachas; y armas para la guerra como propulsores o lanzadardos.

Basaron su economía en el cultivo de hortalizas, fréjoles, papa y maíz para lo cual construyeron acequias de riego, criaron cuy y llamas, cazaron venados y aves e intercambiaron productos como cabuya por sal y algodón con las tierras bajas de occidente.

Entre los años 400 y 1532 N.E., los grupos Cañari habitaron las actuales provincias de Azuay y Cañar, desde las cabeceras del nudo del Azuay hasta Saraguro.
Los Cañari estuvieron organizados en señoríos y constituyeron una unidad cultural y lingüística importante.
Desarrollaron una agricultura muy productiva de legumbres, fréjoles y papas; actividad que complementaron con la caza de venados y la domesticación de llamas, cuyes y perros.
En sus enterramientos, los Cañari depositaban objetos elaborados en oro y cobre como narigueras, collares y cascabeles; en piedra, como cuentas de collar,  llipteros y piedras de moler, y ofrendas de conchas, ají, algodón y plumas de aves de colores que obtenían mediante el intercambio con las tierras bajas de oriente y occidente.
Adoraron los cerros altos, la luna, las piedras y las lagunas en las que realizaban ceremonias rituales para ofrendar a sus ancestros.
Cuando los Incas llegaron a territorio Cañari, algunos señoríos los enfrentaron, mientras que otros fueron sometidos.



Forma ligeramente Inca de factura Cañarí. Amalgama de dos estirpes guerreras.
Nación Cañari bajo la administración del Imperio incaico
 
Luego de la conquista Inca se crearon cuatro centros administrativos, siendo estos Cañaribamba, Tomebamba (Guapondelig, renombrada y refundada por los Incas), Ingapirca (cerca de Hatun Cañar) y Molleturo.
- Molleturo se convirtió en el centro que administraba y cobraba los impuestos a los pueblos de la costa norte del Imperio Inca.
- Ingapirca se re-fundó sobre un centro Cañari y ahí se edificó un palacio para la adoración a Inti (dios Sol), por la magnificencia y suntuosidad del palacio este se transformó en el más famoso del norte del imperio. Además aquí residían Acllas o Vírgenes del Sol, las cuales eran además funcionarias del Estado Inca.
- Tomebamba, Ciudad que fue fundada sobre un asiento Cañari, el nombre de este asiento se cree fue Guapondelig. Bajo la orden de Túpac Yupanqui se construyó el palacio de Pumapungo desde donde se empezó a administrar el sector norte del Imperio Inca, años después Huayna Capac regresó al norte del imperio para aplacar la rebelión de las naciones norteñas y por ello se instaló en Tomebamba, bajo su dominio en esta ciudad edificó un templo de adoración a Quilla (diosa luna), otro para la adoración a Viracocha, otro para la adoración al Inti/dios Sol (aunque se piensa que este en realidad es Ingapirca), hizo un adoratorio donde colocó una estatua de oro a tamaño real de su madre, amplió y adornó el Palacio de Pumapungo.
- Cañaribamba se habría convertido en un centro importante para posada de aristocracia Inca en la
provincia, además ayudaba a Tomebamba a administrar y gobernar todo el norte del Imperio.

CULTURA MANTEÑO-GUANCAVILCA


Los Manteño-Guancavilca vivieron entre el 1100 al 1520 n.e. a lo largo de la Costa ecuatoriana, desde la isla Puná, frente al golfo de Guayaquil, hasta Bahía de Caráquez.
Su principal modo de subsistencia fue el cultivo de yuca, maíz, maní, tomates, ají, piña, aguacate y zapallo en camellones o campos elevados; la caza de diferentes animales como el venado y el saíno; y la cría doméstica de llamas y patos.
Asimismo, el mar, los esteros y el manglar les proveyeron de conchas, caracoles, crustáceos y peces.

Gracias a la construcción de grandes embarcaciones en palo de balsa, la llamada “liga de mercaderes” logró cubrir amplias rutas comerciales en las que intercambiaba bienes suntuarios como textiles, conchas Spondylus y adornos de madreperla por lapislázuli, turquesa y cobre.

Existieron grandes señoríos distribuidos en poblados dispersos gobernados por una autoridad central. En las antiguas poblaciones de Jocay, hoy conocida como Manta, Agua Blanca, Cerro Jaboncillo y Cerro de Hoja, construyeron casas de madera de diversos tamaños con techos de paja u hojas de palma, terraplenes y grandes centros ceremoniales, todas sobre basamentos de piedra. En estos sitios se han encontrado numerosos vestigios en piedra como las características sillas en forma de U y las estelas.

La cerámica de color negro ahumado contó con superficies muy pulidas, brillantes y decoradas mediante incisiones, escisiones y pastillaje. Entre las principales representaciones, se encuentran estatuillas masculinas y femeninas desnudas que muestran con detalle atuendos típicos y grandes señores generalmente sentados sobre bancos de poder. Se destacaron en la actividad textil. Prueba de ello son las agujas elaboradas en hueso, oro, plata y cobre; los torteros o fusayolas y la diversidad de faldas, camisas cortas y tapa-rabos de varios colores elaboradas en algodón y pelo de llama. También fueron grandes orfebres. Elaboraron piezas martilladas y repujadas como orejeras, narigueras y pectorales.
Máscara y sombra son las representaciones del silencio. Testigos del universo, gobernaban los rituales de la naturaleza en el tiempo en que los dioses aún dialogaban con sus criaturas humanas.

CULTURA MILAGRO QUEVEDO


Entre el 700 y el 1530 d.C., los pueblos Milagro-Quevedo se asentaron a lo largo del sistema fluvial del río Guayas, incluyendo sus principales ríos afluentes: Daule y Babahoyo, desde el golfo de Guayaquil hasta Santo Domingo de los Tsáchilas.
Su población numerosa y bien organizada contó con centros administrativos importantes.
Las viviendas de madera con techos de hojas de palma fueron construidas sobre plataformas elevadas o tolas de hasta 10 metros de diámetro y 2 metros de altura.
Las tolas empleadas para la construcción de los centros ceremoniales y casas comunales llegaron a medir hasta 60 metros de largo.
Sus enterramientos característicos fueron de tumba en forma de “chimenea”: dos o más vasijas superpuestas conformaban un tubo dispuesto verticalmente en cuyo fondo se depositaba el ajuar y el esqueleto.
La ubicación de esta sociedad sobre importantes corredores fluviales les permitió controlar las rutas comerciales así como la construcción de diques naturales y campos elevados para el cultivo de maíz y yuca.
Elaboraron en cerámica platos, cuencos, compoteras y grandes vasijas, conocidas como “cocinas de brujo”, caracterizadas por incisiones, puntos y diseños de serpientes o ranas que reflejan la fauna local.
Fueron también grandes metalurgistas. Trabajaron principalmente el cobre con el que fabricaron objetos como agujas, cinceles, anzuelos, pinzas depilatorias y numerosas y pequeñas hachas a las que comúnmente se les conoce como “hachas moneda”.
El sombrío matiz del cobre arsénico evoca el recóndito lugar de la entraña de la tierra, la incertidumbre que nos aguarda y el ancestro que la resguarda.